
¿A QUÉ TEMPERATURA DEBE SER SERVIDO?
La temperatura del vino durante el servicio puede influir principalmente en dos aspectos:
- La percepción de los aromas.
- La sensación en la boca.
CALOR
Incentiva algunos aromas, la untuosidad y el alcohol. Un vino a más temperatura provocará la sensación de pesadez y pastosidad.
FRÍO
Incrementa la percepción de los taninos y de la acidez. El frío sin duda oculta los aromas y provocará que el vino parezca duro y poco aromático.
¿POR QUÉ LOS VINOS SE SIRVEN A DIFERENTE TEMPERATURA?
Cada vino es diferenciado por su carácter. En un vino tinto intenso y con carácter, se busca suavizar sus taninos y resaltar su redondez. Es por esa razón que la temperatura al servirlo a casi a temperatura ambiente (no superando los 17-18ºC). Por otra parte, en un blanco seco y de escaso aroma, se busca su acidez y frescura; por esa razón se debe servir fresco, e incluso frío.

TEMPERATURA EN EL VINO
+20º Ningún vino
16-18ºC Tintos Intensos y con carácter.
14-16ºC Tintos afrutados y sedosos.
11-13ºC Blancos intensos, grandes champañas y espumosos de reserva, tintos muy ligeros.
8-11ºC Vinos encabezados, licorosos, blancos afrutados y rosados.
6-8ºC Blancos secos y vivos, espumosos y champañas.
CONSEJO: Más vale servir un vino un poco más frio que demasiado caliente. Un vino frío puede calentarse mientras está servido en copa.
VINOCABULARIO
Chambear: Elevar la temperatura a la de la habitación. Este término proveniente del francés se originó en una época en la cual la temperatura estaba en torno a los 17ºC.